Y se acabó.
Hoy, luego de nuestra conversa en el 4D, dejamos claro todo lo pendiente.
Te llegué a querer profundamente, a pensar solo en ti, a tenerte en mis sueños, a sentir tu olor permanentemente impregnado en mi olfato. Te tuve, fuiste mío, mental y físicamente. Compartimos experiencias que ambos nunca antes habíamos vivido.
Llegaste a encender en mi pasión intensa cuando te tenia desnudo, cuando nos abrazábamos, nos besábamos, cuando hacíamos el amor.
Se inició como un juego hace quince meses, con la idea de ver que sucedía y mira donde terminamos.
Se bien que me quisiste, no lo dudes, nunca lo dudé. Tú sabes bien que dentro de mi solo estabas tú.
Ambos aprendimos juntos, en una relación de altas y bajas pero que tuvo siempre lo mejor de cada uno.
Cada momento lo conservo para mí. Todos.
Puedo tener el placer de decir que fuiste mío, solo mío, en aquellos momentos que ambos conocemos.
Algunas cosas se nos fueron de las manos. Tú, por tú lado, cuando las cosas te superaron y no sabías que hacer, en ese torbellino de preguntas, dudas y cuestionamientos que se generaron. Yo, en ese deseo de alcanzar contigo aquello que deseaba hallar: Una relación final.
Estoy convencido que lo mejor que me ha podido pasar en esta experiencia de vida es haberla vivido contigo.
Eres un ser especial, que llegó a mi vida para hacerme una mejor persona. Eso es invalorable.
Hoy queda dejar de lado esta etapa de nuestras vidas y seguir con algo tan igual de valioso como lo fue lo que tuvimos juntos: Nuestra amistad.
Siempre te voy a querer, de la misma forma como cuando abrazados tomábamos vino en el sillón de tu casa.
Gracias por esta experiencia.
Tqm
YO
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