domingo, 3 de diciembre de 2006

ENTRE CANCIONES Y SEDUCCIONES





Algunas veces la vida te otorga la oportunidad de recordar que en el mundo siempre hay gente interesante por conocer. Anoche, la juerga típica del fin de semana convocó a personajes muy cercanos a mí y a quienes no veía por largo tiempo.

Luego de varios meses de ausencia en Estados Unidos, mi prima M, compinche, cómplice y compañera de movidas, bailadas y alcoholizadas estaba nuevamente en casa y con motivo a su presencia, ella junto con otro de mis primos C con su enamorada y Yo empezamos nuestro recorrido nocturno por los puntos de la movida de Lima.

Pasamos por la disco de costumbre, la cual ya se ha transformado en mi punto de referencia obligado de la noche. La música, muy buena como siempre, contribuyó a que los asistentes pudieran disfrutar moviendo los cuerpos y continuar estimulándolo con el elixir alcohólico. Luego de algunas horas y a propuesta de mis compañeros de juerga, salimos de la disco, subimos al auto y conduje hasta un bar karaoke de conocida reputación en Lima.

Lo cierto es que cuando llegué, pensé que la noche se transformaba de una movida excelente a un aburrimiento sepulcral donde el sueño y el bostezo serian los personajes reinantes, pero, como sucede a veces, los hechos no me darían la razón.

Una mirada profunda, unos lentes de corte intelectual, una pinta que combinaba un baterista de banda de rock light y un escritor de tramas urbanas aparecían en medio de la noche. Inmediatamente esa especie de conexión tan curiosa que se genera a través de las retinas se dio inicio. A nadie le es ajena esta situación. Este nuevo e inesperado personaje que dirigía su mirada hacia mí, se transformaba en el blanco de mi atención para la noche.

Siempre he pensado que una mirada directa y firme puede expresar mas cosas que cien palabras. Y bueno, las miradas llegaron y se dieron. Jamás antes había tenido la firme decisión de corresponder ese tipo de actos y por ello esta vez, no fui yo quien retiro la puesta fija en los ojos del otro.

Definitivamente a veces las hormonas, el cuerpo, la energía interna o como quiera que se llamen salen a flote, te impulsan, te conducen, te invaden misteriosamente. Y bueno, el personaje en comentario me llamó la atención.

Debido al rubro del local, era necesario afinar la voz para no hacer el ridículo cuando me tocase ser el intérprete obligado de la noche. Si bien es cierto años atrás participé en algún grupo de seudos cantantes, los años no pasan en vano y la práctica muchas veces se pierde con el tiempo. Lo único que me quedó fue hacer el máximo y mejor esfuerzo para que mi desastre musical pase en algo inadvertido. No recuerdo cuantas y cuales fueron las piezas que me tocó entonar, pero al menos no tengo registro en mi mente de que me hubiesen expulsado del lugar o que mi rostro hubiese sido “acariciado” por algún instrumento contundente.

Y como en todo juego siempre deben participar todos los jugadores, llegó el momento en que mi personaje de atención debía entonar la pieza de su elección y con ello una nueva sorpresa para mí. Su canción, la que él había elegido, resultó siendo “mi canción”: Your Song de Elton John. Frente a mí tenía a un interesante personaje que aparte de tener pinta de baterista y escritor había terminado siendo un destacado artista del escenario a quien le gustaban canciones que yo también prefería, lo cual evidentemente llamó mucho más mi atención.

Cruzamos contacto en un par de oportunidades cuando nos acercabamos a la barra y estoy plenamente convencido que de ambos fluía la intención de un: hola, ¿cómo te llamas?, pero bueno, ya que en estas materias no soy especialista y aún conservo algunos ingredientes mojigatos en mi menú mental, no fui yo quien inició tal comunicación. ¿Qué se puede hacer?, Soy así…

Ya extinta la madrugada, el karaoke anunció sus últimos minutos de atención y con ello las posibilidades de un mayor contacto con el personaje también se agotaban.
Pero como todo el la vida sucede por algo, cuando las cervezas, los piscos sours y la hora ya estaban haciendo mella en mi, un apretón en mi brazo derecho me despertó del letargo. Ya podrán saber de quien se trataba.

Es cierto, las miradas directas y profundas son la mejor forma de conectarse inicialmente con alguien, sobre todo cuando proceden de ambos partícipes. El contacto directo se dio y con él un acuerdo tácito de volvernos a encontrar en otra oportunidad, en el mismo lugar, a la misma hora y con las mismas miradas, pero esta vez, en la misma mesa.

¿PORQUÉ ME HICE ABOGADO?



Cuando decidí hacerme Abogado, una de las cosas que poco claro tenía en mi mente era el real significado y la implicancia de esta profesión. Tal vez me basé para tomar mi decisión en lo que normalmente comentaban los que me conocian: Hey!!! tienes pasta para ser Abogado. Y es que siempre fui el tipo curioso, cuestionador, protestón y quien siempre buscaba tres pies al gato, como dice un uso criollo peruano.

En el colegio me caractericé por ser el que torturaba a los profesores con preguntas rebuscadas, con actitudes contestatarias a la autoridad, buscando siempre tener la razón de algún u otro modo. Recuerdo a un profesor de Historia a quien mi presencia en clase no le era del todo agradable manifestándome un día que yo “generaba anticuerpos” en el aula. Y no se debía a que fuese un alumno de bajo rendimiento, al contrario, el colegio lo culminé siendo unos de los primeros en el orden de méritos, ganando concursos de matemáticas y teniendo éxito en la representación estudiantil. Pero ello no era suficiente para mí ya que lo único que podía satisfacerme era mantener una actitud crítica e inquisidora a todo aquello que significase una posición “invariable” sobre las cosas, buscando siempre retar a la autoridad en todo espacio que sea posible.

Y bueno, fue esa actitud la que hizo que algunos vieran en mis cualidades de picapleitos y por ello un “buen futuro” como Abogado.

Decidí embarcarme en la nave del Derecho sin saber siquiera en que puerto terminaría. No me puedo quejar, la facultad me dio a conocer una carrera profesional interesante, donde más allá de los conocimientos profesionales, encontré el medio para poder canalizar mi personalidad. Qué mejor forma de hacer valer tu pensamiento que el arte de convencer al Juez que una posición: la nuestra, es la válida y aplicable a un determinado caso.

El tiempo pasó y superé seis largos años de estudios, tensiones, exámenes y trabajos de investigación para finalmente egresar con una cinta en el cuello como lo que había deseado ser: Un Abogado.

Al inicio, la carrera se desarrolló trabajando en algunos Estudios donde aprendí la verdad de esta profesión y entender que una cosa es la ley escrita y otra la realidad, donde muchas veces todo puede volverse abiertamente distinto. Pero, como uno de los motivos que me llevo a estudiar Derecho fue mi ansia furiosa de libertad, un día, luego de una discusión con mi jefe, decidí abandonar mi status de Abogado dependiente y aventurarme en la para muchos descabellada idea de formar mi propio Estudio de Abogados.

Y así lo hice, era mediados de Octubre del año 2000 cuando empecé la lucha por ser independiente en esta profesión. Y la lucha no fue fácil. Empecé en una oficina amablemente cedida por mis padres en un local del centro de la ciudad, muy cercano a donde era mi anterior trabajo. Recuerdo haber podido conseguir a duras penas una mesa de trabajo, la cual conservo hasta hoy como recuerdo de una época donde al igual que cuando inicié los estudios de Derecho, no sabia a que puerto llegaría.

Los meses pasaron, los clientes fueron llegando poco a poco. Casos simples, otros complicados fueron constituyendo mi inicial “cartera” profesional. Me incliné en el área del Derecho Constitucional y los Derechos Humanos, una temática muy especial por su muy cercana vinculación a los derechos esenciales de las personas.

No me puedo quejar, mi trabajo en esos temas durante el ejercicio de mi profesión me ha dado satisfacciones personales, profesionales y económicas. El Derecho me ha permitido ser lo que soy hoy en día. Estoy agradecido a todos los que me apoyaron inicialmente, a los clientes que pasaron por mi Estudio, a los que están conmigo hasta hoy, a mi equipo de colaboradores, pasados y presentes, entre secretarias, Abogados, asistentes y practicantes y a la oportunidad que me ha dado la vida de poder hacer que mi carrera se transforme en una de las pasiones de mi vida.

Alguna vez, una ex pareja mía, tratando de analizarme y según él verter una critica positiva, me dijo que yo era Abogado permanentemente, en mi forma de ser, en mi estilo de vestir, caminar, hablar y comunicarme. En aquel momento pensé que podía estar actuando mal. Luego, analizando mi conducta me di cuenta que en la vida, lo que no se hace con pasión no sirve o no tiene mayor valor. No es que ejerza la Abogacía las 24 horas del día, eso sería muy complicado. Lo que sucede es que vivo cada momento con pasión porque me satisface plenamente. Si alguien no puede llegar a comprenderlo pues que se joda!!, es problema de quien no lo comprende, no mío. Qué mayor placer que ser instrumento para que otros alcancen justicia. Qué mayor placer que el poder hacer lo que te gusta diariamente y encima que te paguen por ello. Eso es fabuloso.

La carrera me ha permitido conocer varios lugares del mundo en el ejercicio de mi profesión. He podido conocer personas y culturas diversas y distintas con otros estilos de vida. Obviamente que ello también me ha permitido conocer colegas Abogados de distintos lugares del mundo con quienes pese a la diferencia de idiomas, lugares y hasta sistemas legales, el denominador común es el mismo: gente pasional, entregada a lo que hace y creyente en que el ejercicio del Derecho es para personas con carácter y decisión firme pero sobre todo para aquel que cree en la libertad. No concibo a algún Abogado que no considere a la libertad como un valor imprescindible para la vida.

Cada quien desde tu trinchera profesional, bajo sus estilos, formas o áreas, litigantes o no, investigadores o consultores, docentes o estudiosos, sea el lugar donde se encuentren en el ejercicio de la profesión jurídica tiene a la libertad como el valor más preciado que se puede poseer. En mi caso, cómo no ser un apasionado de mi carrera cuando ella es sinónimo de libertad en si misma y a la vez me ha permitido ser libre. Qué triste debe ser el tratar de llevar adelante una vida sin que exista pasión ¿no creen?. Por eso fue que me hice Abogado.

jueves, 30 de noviembre de 2006

LA SANTA MADRE Y YO


Creo que en la historia de la humanidad no puede existir institución más grande y de mayor trascendencia que la Iglesia Católica. ¿Puede acaso existir una institución más poderosa?. La Iglesia católica que se inició con Pedro Apóstol hace ya más de 2000 años, mantiene hasta hoy una influencia notable en los destinos de la humanidad. Destacable es de sus integrantes dirigentes la habilidad y eficiencia que han tenido para mantener posiciones doctrinarias invariables durante tantos años.

Fui un asiduo partícipe de los rituales católicos durante mi adolescencia, incluso en algún momento mantuve la idea de hacerme sacerdote, llegando incluso a iniciar jornadas de oración bajo guía de un sacerdote para supuestamente “discernir” mi vocación. Al final la vida me llevo por otros caminos, me hice Abogado y sucedió que durante mi formación universitaria mi mente se “iluminó” pero esta vez no de algún rito sacro sino de la opinión razonada, la capacidad de crítica y la posibilidad de comparar analizar y criticar posiciones doctrinarias. Ello me llevó a alejarme de la Iglesia Católica e iniciar una marcada actitud crítica hacia dicha organización.
Y mi crítica es hacia la “organización” mas no en relación a mis creencias teológicas, las cuales siempre han estado y estarán presentes en mi vida. Creo en Dios y estoy plenamente seguro de su existencia, pero lo que no acepto es que algunos hombres con delirios de infalibilidad pretendan imprimir sus criterios personales por encima de los derechos de libertad de todos aquellos que forman parte de la organización católica en una especie de “obediencia ciega” que no da espacio para critica de tipo alguna.
Una respuesta fácil podría ser: a quien no le guste el estilo de la iglesia católica, pues que no forme parte de ella. Facil, si, pero sin alguna trascendencia importante.
Y es que en el tema de la trascendencia hallamos el problema. Nada seria cuestionable a la Iglesia Católica y su doctrina y se podría entender como su PROPIA forma de ver las cosas que vincula únicamente a sus miembros si es que no fuese una institución que ha logrado enraizarse profundamente en las culturas de casi toda la humanidad. La influencia de la Santa Madre es tan fuerte que incluso en algunos textos constitucionales como el peruano, se le reconoce un status especial como colaboradora del desarrollo de la nación incluso por encima de cualquier otra religión. Esta situación hace que el rol de la Iglesia Católica pueda incluso llegar a ser determinante en el destino de muchas sociedades.
Desde mi punto de vista, la Iglesia católica mantiene criterios irrazonablemente invariables en tres temas bien definidos: el celibato obligatorio, la prohibición de la participación de la mujer en su gobierno y el rechazo a las conductas homosexuales.
Sería extenso el entrar a analizar las posiciones existentes sobre estos tres temas, pero, mas allá de ello, estoy convencido que en los tres casos, el valor lesionado con esas posturas trasnochadas es LA LIBERTAD.
Con el celibato obligatorio se impide a los sacerdotes católicos ESCOGER libremente si es que desean formar o no un núcleo familiar y con ello profundizar en el conocimiento de la familia como institución básica de las sociedades sin tener que abandonar la función sacerdotal. Con la prohibición de la participación de la mujer en la vida sacerdotal, se trastoca el principio de igualdad y también el criterio de libertad, pues se hace una arbitraria distinción en los supuestos “roles” que a ella le corresponden, subyugándola al de ser una “buena madre de familia” es decir, en pocas palabras a ser “ama de casa” y atenta “servidora” del marido, labor que por cierto no es nada reprochable para quien la acepte, si no fuese que desde la óptica católica, la mujer solo podría estar destinada a ESA LABOR, limitando con ello su natural derecho a la libertad de poder elegir el destino de su propia vida. Y finalmente, el tema del marcado rechazo a las conductas homosexuales, disfrazado bajo la engañosa idea de: no estar contra los homosexuales, sino contra la práctica de la homosexualidad. Vamos!!, demasiada verborrea para decir lo mismo, al final la posición católica es la de inmiscuirse en la valoración de los actos que cada quien decide desarrollar dentro de cuatro paredes en su propia casa y hasta en su propia cama. ¿Acaso quien manifiesta afecto y atracción por alguien de su mismo sexo y lleva a delante una relación homosexual está condenado al “castigo divino”?, ¿Acaso no existe la garantía fundamental de libertad para todos y cada uno de los seres humanos?, esa misma libertad por la que luchó el pueblo hebreo en la época del éxodo. ¿Cómo poder llegar al extremo de prohibir un conducta humana plenamente normal, natural y valida?, ¿Es verdad entonces que lo homosexuales están excluidos del plan de Dios? Estos son los principales puntos de mi desacuerdo con la Santa Madre Iglesia Católica, institución que es admirable por haberse mantenido viva durante tantos años, pero tambien cuestionable por no haber iniciado un mínimo proceso de cambios que permitan transformarla en una institución donde la palabra LIBERTAD tenga real significado, donde todos y todas tengan iguales derechos y consideraciones y donde nadie mantenga la idea que el amor solo es propiedad de los heterosexuales.
Por estos principales motivos es que por el momento me mantengo alejado de la Santa Madre, sin que ello signifique que me desprenda de mi firme creencia en un Dios de todos y para todos, quien solo nos pide una cosa: ámense los unos a otros como yo les amo…..Lindo no?

lunes, 27 de noviembre de 2006

KEVIN Y MICHAEL

Hace algunos años, una noche de esas en las que uno no tiene mucho por hacer, entré a navegar a la red buscando matar algo de tiempo. Fue así que me encontré con una pagina de chat en vivo que presentaba modelos (chicos y chicas) que a instrucciones de los espectadores se vestían y desvestían, se contoneaban y desarrollaban toda aquella instrucción que el encendido navegante deseaba. En uno de esos chat´s conocí a Kevin y Michael, una pareja de chicos muy agradables de quienes me llamó la atención su aspecto latino, su piel tostada, sus facciones masculinas entre otras características que por lo menos a mi me ponían a mil.
Y bueno, comencé a iniciar una charla cargada de erotismo que se repetiría noche tras noche durante varias semanas. Mi presencia en el dichoso chat era tan marcada que mi nick era ya conocido perfectamente y la cercanía se hizo tan intensa que un día decidimos intercambiar correos electrónicos, iniciándose con ello una nueva etapa, el conocernos directamente. No se que fue lo que dio inicio a esta relación amical pero lo cierto es que con varios intercambios de emails, fui descubriendo la verdad sobre ellos. En el chat indicaban que era chilenos, mas tarde descubriría que su nacionalidad es de un país un poco mas al norte del Perú; que sus nombres no eran Kevin y Michael sino otros mucho mas hispanos y que mantenían desde varios años atrás una relación de pareja en la cual compartían la vida.
La cercanía de contacto se fue incrementando paulatinamente hasta que un día llegó la propuesta: Hey, porque no vienes a visitarnos aquí a nuestro país, la pasarás muy bien!!. Al principio la duda natural: ¿cómo podía viajar a otro país a conocer a gente extraña?, ¿cuántos riesgos puede traer ello?, las preguntas y dudas típicas de la formación católica (tema que desarrollaré en otro post) aparecieron instantáneamente. Pero, afortunadamente pudo más mi espíritu de aventura y como muchas veces en mi vida dije: al diablo, ¿porqué no?. A los pocos días me encontraba en pleno vuelo hacia el país de mis nuevos amigos, decidido a conocerlos y pasarla bien. Y que les puedo decir, no me arrepentí.
Tuve el placer de conocer a dos seres humanos formidables, a dos personas amables, atentas, educadas, de criterio amplio y abierto, una pareja de hombres que decidieron vivir abiertamente su amor, compartirlo todo y no dejarse llevar por moralinas absurdas, constituyéndose en el vivo ejemplo de que una relación gay estable y firme es posible y alcanzable. Con ellos pasé unos días fabulosos, conocí a sus amistades, su ciudad, sus costumbres, sus platos típicos, su calidez. Creo que fue una de la experiencia mas gratas de aquella época de mi vida. Mi visita aquel año, coincidió con la fiesta del día de las brujas, el 31 de Octubre, lo que motivó que tuviera que improvisar algún disfraz para estar acorde con la fecha. Al final me tenía a mi mismo con medio cuerpo pintado listo para salir a la disco de moda de la ciudad a “rumbear” como le llaman allá a salir de fiesta.
Lo demás fue una serie de visitas turísticas, charlas larguísimas, degustaciones de platos típicos, en medio de una ciudad cívica y ordenada, en la cual su gente aprendió muy bien que la única forma de vivir en paz es con orden, limpieza y respeto a los demás. Bogotá quedó grabada en mi mente como ejemplo de civismo y progreso.
Desde aquella época, M y G son parte de la muy reducida lista de mis mejores amigos. Y aunque generalmente soy un ingrato y no estoy muy en contacto con ellos, las veces que podemos hacerlo son oportunidades en que la amistad se renueva y solidifica. Ellos son hoy en día profesionales del Derecho y la Contabilidad, que mantienen una visión empresarial digna de imitarse, pero sobre todo ese carisma y don de gente que muy pocas veces se puede ver. Hace varios años que no los visito, pero, este fin de año e inicio del 2007 ha sido fijado como el momento en que todos nos volveremos a reunir en Bogotá, donde aparte de armar una gran rumba, podremos renovar los lazos de amistad que día a día han estado presentes. Nos vemos pronto Kevin & Michael.

domingo, 26 de noviembre de 2006

EL LENGUAJE DE LAS MIRADAS


Anoche, junto con un amigo que llegaba de viaje, se me antojó aterrizar en una de las discotecas gay más conocidas de Lima. El centro de Miraflores estaba tranquilo, hasta que llegamos a la puerta de la disco donde todo cambió. Una larga fila de chicos y chicas ávidos de disfrutar la noche intercambiaban miradas de todo tipo, tímidas, audaces, sensuales, cómplices, todo ello en medio de una especie de angustia por llegar a la pista de baile y entregarse al desenfreno de la música. No hice la cola, detesto formar parte de ellas. Preferí dar una visita a algún bar cercano, beber unos tragos y luego retornar cuando la dichosa fila hubiese desaparecido. Y así lo hicimos. Luego de impregnar nuestro organismo de algunas pequeñas gotas de alcohol volvimos al lugar donde “todo vale” y por suerte la fila ya había desaparecido.
Al entrar, uno puede darse una primera impresión de estar llegando a una especie de gheto gay donde por unas horas, durante una noche, algunos pueden dejar de lado las máscaras y ser lo que realmente son.
Siempre he creído que pretender “ser” lo que uno “no es” constituye un camino directo hacia la auto destrucción, que ocultar nuestra forma de ser es la manera mas burda de mentirse a uno mismo y permitir que nuestra vida se construya sobre la mentira y el engaño. Cuando se es gay estas situaciones se presentan con mayor frecuencia, llegando incluso a generarse una conducta que pondría ser calificada como de auto exclusión.

Aquellos que piensan que solo pueden sentirse “ellos mismos” o sentirse “realizados” en una discoteca de ambiente por ser precisamente “de ambiente” a mi criterio incurren en esa conducta: se autoexcluyen. ¿Porqué necesariamente se debe de recurrir a una discoteca gay para sentirse a gusto?, ¿Porqué necesariamente requerimos de la “complicidad” del grupo para no sentirnos “vichos raros” frente a los demás?.

Sería insulso de mi parte el no tener en cuenta que en una sociedad como la nuestra las actitudes “distintas” no son fáciles de aceptar y que muchas veces existen intolerancia frente a la forma de ser de los demás, sobre todo cuando esas conductas causan extrañeza, pero también considero cierto que mientras se permanezca escondido bajo la mesa, nunca se podrá generar el cambio social necesario para que llegue el día en que a nadie le interese con quien uno se acuesta o cual es su gusto sexual


Anoche en plena discoteca los cuerpos de chicos y chicas en una especie de transe de entrega a la música se movían sin parar. Algunos concentrados en sus acompañantes, otros en búsqueda de algún amigo eventual con quien compartir la noche, otros en actitud de espectadores con algún trago en la mano observando la a movida de la noche.
En medio de esta variedad de situaciones, un denominador común: las miradas. Soy un convencido de que con una mirada se puede transmitir emociones, deseos, ideas, sentimientos y estos también pueden ser decodificables por otra persona. ¿Quién no se ha topado con una mirada de extrañeza, de sorpresa, de deseo, de angustia o de temor en algún momento de su vida?. Basta una mirada en plena diversión nocturna para adivinar si el titular de la misma es una persona atrevida, tímida, decidida, cautelosa, insegura, emotiva, sexy o si es que se encuentra en plena faena de caza.

En noches de discoteca, luego de comunicarse por el lenguaje inicial de las miradas, algunos podrán hallar satisfacción a sus deseos carnales, iniciar ilusiones momentáneas, toparse con grandes desilusiones, entregarse a los brazos del alcohol o simplemente pasarla bien bailando durante toda la noche.
Hay de todo y para todos los gustos. Lo cierto es que las discotecas de “ambiente “ de Lima seguirán existiendo, constituyéndose como los lugares donde la libertad tiene un real significado para aquellos que no pueden expresar su sentir a los cuatro vientos con total facilidad, hasta que llegue el momento en que nuestra sociedad cucufata deje de provocar en algunas personas auto exclusiones innecesarias que en nada contribuyen a construir un mundo mas justo e igual para todos. Mientras tanto, que sigan las miradas!!

miércoles, 22 de noviembre de 2006

EL CHÉ




Pocas veces en mi vida he conocido un personaje tan singular como J.J. Un tipo que a cualquier vista ha pasado su vida como en una montaña rusa de altas y bajas, pero siempre obteniendo alguna lección o enseñanza importante que ha incrementado el baúl de su experiencia.
A J.J lo conocí por cuestiones profesionales hace algunos años. Me tocó ser su Abogado en unos asuntos que venía litigando hace varios años atrás y a los que aún no le daba solución. J.J, un argentino que frisa los 60 años actualmente, llegó a Perú en la década de los 70 como el mismo dice: zafando de la muerte. Y es que en la Argentina de aquella época el ser montonero revolucionario se castigaba con la cárcel y muchas veces con la muerte.
Luego de atravesar otras tierras, decidió llegar a perulandia para iniciar una nueva vida. Pare ello no se le ocurrió mejor idea que usar aquello por lo cual son destacados los argentinos: la verborrea. Incursionó en el negocio de las ventas de diversos artículos, hasta que un día, con la mujer que fue luego su esposa por algunos años, constituyó y desarrollo una de las empresas industriales mas reconocidas del Perú.

J.J es un fanático irremediable de las motos y todo lo relacionado a ellas. No he conocido a ningún otro tipo como él que pueda invertir todo un día hablando únicamente de motos y de las aventuras que experimentó por los desiertos peruanos junto con otros también fanáticos montados sobre la maquina esa de dos ruedas.

La amistad con J. J y también la vinculación laboral que posteriormente desarrollamos cambió en muchos aspectos mi forma de ver las cosas. Sus ideas radicales y de corte socialoide-subversivo nutrieron mi mente al poderlas contrastar con la forma personal de entender la realidad que me rodeaba.

No puedo negar que en algún momento atravesé la experiencia de ser agnóstico, ateo, nazi, socialista, marxista y no se que más, luego de las interminables horas de charla filosófica con J.J. Testigo de esas horas son las numerosas botellas de Whisky que surcaron la mesa del lugar donde nos reuníamos, que por cierto, era la casa de su pareja de aquella época, una muy apreciable amiga mía y muy digna dama quien tiene el don de irradiar clase y sofisticación en todo lugar donde se encuentre presente. Doña M.E es una de las mujeres que más aprecio en mi vida por su amistad incondicional, permanente y sincera, por su capacidad personal y su don de gente.

Y así era, entre licor escocés y abundante comida (causa de que en esos años mi peso estuviese en continuo aumento) poco a poco fui conociendo a J.J , aprendiendo a admirar su historia de vida, y de su animo de sobreponer cualquier inconveniente, problema o dolor, sacando fuerzas de donde muchas veces no las hay.


En varias oportunidades he discrepado con J.J por su “especial” forma de ver las cosas, sobre todo cuando sus ideas lindaban con el extremo, pero, incluso en esos momentos siempre estaba una lección lista a ser digerida.

Con J.J hemos pasado momento de lucha, alegría, victorias y angustias. También momentos de incertidumbre e impotencia por no poder cambiar el rumbo de las cosas. Hemos sido cocineros de hotel, expedicionarios del desierto, competidores de sandboard, miembros de un equipo de off road 4x4, exploradores de rutas, veterinarios empíricos, conductores de miles de kilómetros, veraneantes en una ciudad con una temperatura casi al borde de los cero grados, nadadores matutitnos y turistas impertienentes de recintos de oración. Hemos sufrido de acampadas forzosas, nos hemos salvado de morir linchados por turbas de personas en la Selva, de ser agredidos por campesinos enardecidos y de colisionar con un bus interprovincial a alta velocidad. Nos hemos quedado varados en pleno desierto con el motor del auto a punto de fundirse, hemos tomado desayuno en medio de una helada mañana en plena carretera, hemos avizorado platillos voladores, hemos alcoholizado nuestro organismo en un bar de la selva al punto de no recordar donde nos encontrábamos y que estábamos haciendo, etc, es decir, hemos podido ser amigos y compañeros de experiencias.

J.J, partió hace algunos meses a otras tierras para seguir haciendo lo que está acostumbrado hacer: retar a la vida y al sistema. Estoy seguro de que en algún momento nos volveremos a ver.

J.J es el claro ejemplo de que la vida se debe vivir al máximo, como si no existiese mañana, como si fuera el momento de nuestro último respiro. La muerte llega en cualquier momento y no nos debe llevar fácilmente, por lo menos sin antes no haber podido sacar el jugo a nuestra propia existencia. Solo se está muerto el día de nuestra muerte. Sino que lo diga el CHÉ.

LOS AMIGOS QUE NUNCA PERDÍ





Cuando los conocí cursaba el segundo año de estudios de derecho en la Universidad. Yo era un inicial espectador lejano de un pequeño grupo de amigos que realizaba todas sus actividades juntos. Los recuerdo sentados todos en el sector derecho del aula en referencia a la cátedra. Manejaban una relación tipo cenáculo, donde nadie podía ingresar sin que antes superara la aprobación del grupo. No recuerdo en que momento me uní a ellos o si es que pasé algún tipo de “prueba”, pero lo cierto es que terminé conociendo a personas extraordinarias.

Giuliana, Erick, Percy, Lucy y Goyo se constituyeron a partir de esa época en mis mejores amigos y felizmente lo son hasta el día de hoy. Cómo olvidar tantas experiencias de convivencia diaria durante los años de Universidad. Los sueños de esas épocas, la fundación de la Asociación Justicia & Derecho, las madrugadas de desvelo de estudios, las fiestas, las borracheras típicas, los exámenes, las horas y horas de tertulia, los viajes anuales a Chincha para el día de la canción criolla, las tristezas, las ausencias temporales, entre otras cosas.

Ellos tambien son mis hermanos y tengo la dicha de contar con su amistad incondicional hasta el día de hoy pese a que por cuestiones personales cada quien asumió rumbos distintos y no nos frecuentamos con la frecuencia de antes. LA AMISTAD SIEMPRE ESTA VIVA.

La amistad es una de las principales riquezas del alma. Tener buenos amigos es como poder respirar ya que las amistades sinceras están contigo en las buenas y malas, nutren nuestra existencia con su apoyo, cariño, ayuda y también con consejos pertinentes cuando se cree que no estamos por el camino correcto.

Todos los que conformamos el grupo de esos años sabemos bien el significado de la palabra amistad y lo que involucra realmente; tenemos presente que por más éxito profesional que podamos alcanzar, siempre seremos los mismos chicos sencillos y de alma limpia de la época universitaria que compartían el almuerzo en la cafetería de nuestra querida facultad de Derecho mientras nos reíamos por los sucesos y anécdotas de la vida de cada uno. Tambien sabemos que al igual que aquellas epocas, siempre existira en cada uno de nosotros una voz de aliento y apoyo en los meomentos amargos. ¿Recuerdan esa oración en el Centro de Estudiantes?.
Dicen que quien encuentra un amigo encuentra un tesoro. Por ello, me considero un hombre afortunado, pues en el camino de mi vida encontré varios tesoros que conservo hasta el día de hoy muy bien resguardados en la bóveda de mi alma.

Los quiero chicos y los tengo presente siempre.

domingo, 19 de noviembre de 2006

IL DIVO, HÉROE Y SU MENSAJE..


IL Divo - Héroe

Como un libro
que no sabes el final
y te asusta lo que lees
así la vida es
Cuando naces
ya te expones al dolor
y de a poco y con valor
logras crecer

Y como libro el corazón
nos enseña que hay temor
que hay fracasos y maldad
que hay batallas que ganar

Y en cada página el amor
nos convierte en luchador
y descubres lo común
no hay un héroe como tú

Son muy pocos
que se arriesgan por amor
pero tú tienes la fe
y eso lo es todo


No decaigas
que vivir es aprender
y no hay nada que temer
si crees en ti


Y como libro el corazón
nos enseña que hay temor
que hay fracasos y maldad
que hay batallas que ganar
Y en cada página el amor
nos convierte en luchador
y descubres lo común
no hay un héroe como tú.

Solo Dios
sabe donde y cuando
la vida no será
lo has hecho bien
solo con un sueño todo
sabrás como vencer

Y como libro el corazón
nos enseña que hay temor
que hay fracasos y maldad
que hay batallas que ganar

Y en cada pagina el amor
nos convierte en luchador
y descubres lo común
No hay un héroe como tú.

sábado, 18 de noviembre de 2006

¿SOY FELIZ?



Sin ánimo de hacer de esta pregunta una cuestión filosófica, creo pertinente dedicar un espacio en este blog para tocar el tema de la felicidad sin mayores reparos que la más amplia verdad. Y es que no es posible conocernos si no nos damos el trabajo de tomarnos el tiempo necesario para explorar nuestros interiores y así poder averiguar sobre el personaje que se esconde tras la imagen física de nuestro rostro y con ello atrevernos a preguntarnos . ¿SOY FELIZ?
En algún momento de mi vida mantenía la idea de que era mejor que otros opinen sobre nosotros para de esa manera poder entendernos mejor, ver cuales son nuestras virtudes y defectos, pero siempre bajo la óptica de otra persona. Con el tiempo me he dado cuenta que ello es meramente referencial, pues entiendo que cada ser humano que habita este planeta es un mundo en si mismo y cualquier referencia externa hecha sobre nuestra persona y nuestra forma de ser siempre estará impregnada de las experiencias y la óptica personal de quien la emite.

Por ello, estoy convencido que la manera mas efectiva de dar respuesta a esta pregunta es mediante el auto análisis, la introspección, la meditación y la auto ponderación. Esa es la mejor manera que existe para poder conocernos.

Si tuviese que entregar en sucinto análisis una respuesta a la pregunta ¿Soy feliz?, podría empezar a desarrollar una serie de argumentaciones que lleven a la palabra “felicidad” a profundidades insondables alejándola de la realidad. Por ello, prefiero simplemente expresar los motivos que me dan felicidad en la vida y con ello ver si realmente puedo ser feliz.

Soy un tipo que busca permanentemente descubrir la felicidad tratando de hallarla en aspectos diversos de mi vida como por ejemplo en la relación con la familia, en el trabajo, con los amigos, en mis espacios personales, cuando soy hijo, hermano, tío, sobrino, nieto, amigo, abogado, pareja, en fin, en todos los aspectos posibles de mi existencia.

Me veo en esos aspectos y pienso; cómo no poder ser feliz cuando comparto con mi familia el almuerzo del domingo, único momento de la semana en el cual estamos todos juntos. Cómo no poder ser feliz cuando me detengo a escuchar las recomendaciones de mi abuelo con respecto a mi seguridad e integridad personal. Cómo no poder ser feliz cuando comparto con mí hermano las salidas alguno que otro fin de semana para poder divertirnos y enterarnos de lo que pasa en la vida del otro. Cómo no poder ser feliz cuando veo por la web cam crecer a mi sobrino y darme cuenta que vive en un hogar feliz. Cómo no poder ser feliz cuando en mi trabajo hago lo que más me puede gustar en la vida: defender las causas justas, tener la responsabilidad de llevar justicia a miles de personas y ser reconocido por ello en las instancias judiciales Nacionales e Internacionales y encima te paguen por esa labor. Cómo no poder ser feliz cuando comprendes que Dios existe, está presente en nuestras vidas siempre y en todo momento es camino, verdad y vida, aunque existan veces en que me pueda alejar un poco de ese camino. Cómo no poder ser feliz cuando te das cuenta que tus verdaderos amigos siempre están presentes para ti, pese a que no se vean constantemente e incluso transcurra un largo periodo de tiempo sin frecuentarse, al final, son amigos y están presentes siempre. Cómo no poder ser feliz cuando puedes levantarte día a día en las mañanas y siempre tener un buen desayuno servido en la mesa. Cómo no poder ser feliz cuando ya estás convencido de que cualquier experiencia desagradable en la vida siempre nos va a fortificar para poder salir adelante. Cómo no poder ser feliz cuando se tiene la oportunidad de recorrer parte del mundo conociendo nuevas culturas y formas de expresión. Cómo no poder ser feliz cuando entiendes que lo material es solo material e inanimado y que por más posesiones que tengas no serás realmente “rico” y que todo se puede lograr con esfuerzo y trabajo. Cómo no poder ser feliz cuando tienes el privilegio de observar una puesta de sol en un día de verano dándote cuenta que tienes ojos, vista y que respiras por obra y gracia del Ser Supremo. Cómo no ser feliz cuando llego a casa luego de trabajar y mis perros saltan y me mueven la cola dándome la bienvenida. Cómo no poder ser feliz cuando llegas de viaje al aeropuerto y siempre tienes a un ser querido que espera por ti. Como no poder ser feliz disfrutando las cosas simples de la vida. Cómo no poder ser feliz cuando te das cuenta que la vida es un don divino y que es un privilegio el estar VIVO!!!

Si luego de hacer estas reflexiones me volviera a formular la pregunta inicial ¿Soy feliz?, puedo decir con seguridad: SI LO SOY.

Aprendamos a hallar la felicidad en lo que esta a nuestro alrededor, en las cosas que tenemos, en nuestros seres queridos, en lo que somos y hacemos, pues la felicidad nunca se pondrá de manifiesto frente a ti si es que antes no vas en su búsqueda. No permanezcamos en la sombra de la desdicha pensando que el ser feliz es sinónimo de riquezas materiales y abundancia pues ello no conduce a nada, hallemos los ingredientes de la felicidad en lo realmente valioso de la vida.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

LOS SENTIMIENTOS TAMBIEN TIENEN SU ATARDECER



Si doy vuelta atrás y veo como se inició la historia, me convenzo de que lo vivido constituye una de las lecciones más grandes de mi vida. Si vuelvo a reproducir lo que he sentido en esta experiencia llego a la conclusión que cualquier hecho agradable o desagradable me ha brindado mas elementos para seguir caminando.
Cuando llega el atardecer de una relación, no podemos perder el tiempo en lamentos, culpas, llantos o desangramientos. Siempre hay que aprender y seguir aprendiendo.
En mi caso, seria lesivo a mi mismo el tratar de entender el verdadero porque de su conducta. Podría tomar horas, días, semanas tratando de hallar la respuesta a la ya famosa interrogante: ¿Por qué?.
Y quien sabe pues!!. Tal vez nunca sintió algo, tal vez como él mismo escribió en un correo solo “se divertía” conociéndome, o tal vez “alguien” llego a su vida y lo deslumbró. ¿Quién sabe?
Lo que si sé perfectamente es que mi actuar siempre fue limpio, transparente, de entrega total y como dice una muy querida amiga mía fui en esta relación “hasta el fondo”, y bueno, como sucede algunas veces; perdí. Perdí la batalla contra muchos obstáculos que se presentaron. Tal vez no supe expresar adecuadamente mi sentir, tal vez nunca entendió el porque de mis actos. ¿Quién sabe?
Si analizo lo que a vista de cualquiera puede ser una conducta aprovechada, podría comenzar a tener en cuenta ese factor. Lo material, como en muchos casos, estuvo presente confundiendo, turbando, generando dudas sobre lo real de un sentimiento. ¿Pudo ser ello?. ¿Quién sabe?
Lo que si no puedo callar es el sentimiento de haber estado inmerso en un vendaval constante, en el que por más que me esforcé, jamás pude entender el porque de su conducta, de su forma tan “curiosa” de expresar afecto.
¿Es normal en una relación el constantemente pretender menoscabar las cualidades de una de las partes? ¿Es normal en una relación de pareja el jamás llamar por teléfono, escribir un e mail o siquiera enviar una postal de esas electrónicas que hoy en día abundan a la vuelta de la esquina?. No lo se, tal vez sea yo quien tenga “mi particular forma de ver las cosas”, tan particular que casi nadie en el mundo piensa como yo (trato de citar una de sus frases). ¿Quién sabe?
Me pregunto y vuelvo a preguntar: ¿Es posible que un sentimiento expresado y confeso de un “querer” a la pareja se transforme por si mismo de un día para otro en un “oye, recién nos conocemos”?. ¿Es posible pasar de ser la pareja de alguien, manifestarlo abiertamente a todos un día y al otro expresar que “se tiene miedo a la relación y que solo somos amigos cercanos”? ¿Quién sabe?
Tal vez sea yo el que no pertenece al normal de la población y recreo en mi mente formas, ideas y actitudes aplicables a una relación sentimental entre dos personas. Y si ello es así, entonces, es ANORMAL el preocuparse por la pareja, el pretender compartir las cosas que suceden en las vidas de ambos, el estar atento a las necesidades del otro, el buscar dar el máximo de uno mismo por la otra persona. Si eso es ANORMAL, entonces soy anormal. ¿Quién sabe?
Continúo pensando y también transito por la idea de que tal vez él no tiene orden en su cabeza o que por alguna circunstancia particular de su vida tiene la peculiar característica de pretender “querer” a alguien demostrándolo con actitudes hoscas, lesivas al ego del otro, tendentes a disminuir el amor propio de la otra persona para sentirse “superior” e incluso impregnadas de la costumbre de demostrar el supuesto querer con empujones, patadas y golpes a modo de “juego” que según su idea demuestran “cariño”, ¿Quién sabe?
Alguna vez llegó a mis oídos la expresión de una ex pareja suya proferida a una especial amiga mía: ¨Él, esta loco, dijo. Yo ahora pienso, ¿Quién sabe?

¿Es valido retribuir cariño y respeto con indiferencia y actitudes hirientes?, ¿Quién sabe?

Pero, al final de esta historia que felizmente ha llegado a su término, lo que si sé, de lo que si estoy seguro es que la vida nos enseña a las buenas pero también a las malas. Esta vez aprendí por la segunda forma. Y como decía una maestra mía en el colegio hace muchos años: lección dada, lección aprendida.

Hoy atardece una relación que tal vez jamás debió de iniciarse, dejándome importantes enseñanzas, pero sobre todo la certeza de que mientras yo seguiré mi camino con la paz interior de siempre, con plena seguridad de mis actos, aprendiendo de mis errores, conociéndome mucho más a mi mismo y tratando de ser mejor cada día; tal vez por los caminos de alguna costa rica deambulen seres inanimados que nunca podrán hallar en si mismos las respuestas más importantes sobre el motivo de su existencia, nunca sabrán como expresar cariño verdadero y como dijo la misma amiga especial antes citada, solo puedan proyectar en otros la oscuridad de sus almas.

Hoy atardece, pero mañana el sol, invencible volverá a brillar imparable.

Con este post cierro definitivamente la página referida a ti L.F, la elimino del libro de mi vida y la entrego al viento, rogando que otra persona, para su pesar, no la reproduzca en el registro de su propia existencia.

jueves, 9 de noviembre de 2006

Y ASÍ EMPEZO LA HISTORIA


Ya habían pasado varios días desde mi cumpleaños cuando Cathy me llamó por teléfono para supuestamente desagraviarme por su “involuntaria” no asistencia a mi casa ese día. La oferta era tentadora: Una cena, torta y luego una furibunda huída a una disko para consumar la celebración. Hasta ahí, mis ganas no eran tan grandes como para darme el trabajo de manejar desde casa hasta la de ella recorriendo la ciudad, literalmente, de punta a punta. Pero bueno, una frase dentro de la conversación me picó el bichito de la curiosidad. En la reunión me presentaría a un amigo que pertenecía a mi mismo "club”, es decir, un amigo gay, quien fue descrito solo con una risa cómplice por parte de ella.
Y bueno, la curiosidad pudo más que mi flojera habitual. Me soplé el trafico de Lima en fin de semana en plena hora de salida de juerga para llegar a la casa de Cathy.
Llegué y el acostumbrado saludo: amigooooooo, era proferido por ella junto con el anuncio de que en la cocina estaban preparando mojitos.
Una vez dentro, mi mirada se centró en el famoso amigo de Cathy, un chico de mirada pícara, más alto que yo, guapo, quien en medio de la reunión se esforzaba por preparar los dichosos mojitos. No puedo mentir, me gustó desde un inicio, despertó en mí ese sentimiento típico de adolescente de novela que inicia una relación de esas llamadas “a primera vista”. No recuerdo cual fue el dialogo inicial con él, lo único que si tengo en mi mente es que a poco rato estábamos engullendo la cena que Cathy había preparado en mi “honor”: Una pizza de masa pre-cocida que dejó mostrar lo incipiente de su arte culinario. El personaje de la noche, cuyo nombre prefiero obviar bajo pena de que me despelleje, engulló la pizza como si ese hubiese sido su único bocado en varios días. Luego comprendí que esa era su habitual apetito. Lo siguiente se desarrolló en la disko, una de las más cosmopolítas de Lima, cuyo nombre esta muy ligado a la residencia habitual del Jefe de la iglesia Católica Mundial. El personaje de mi atención no paró de hablarme en toda la noche, habló y habló sin parar al punto de callarme totalmente, algo muy difícil de hacer. No se que fue lo que pasó en es momento, pero algo se dió entre nosotros, algo que podía hacer predecir el inicio de una relación distinta.
El flaquito me cautivó, me dejo anonadado. La noche se desarrolló en medio de este cuadro hasta que finalmente bailamos nuestra primera pieza, cuyo tema para variar no recuerdo. Lo seguido fue estar con él en la puerta de su casa en San isidro, con mi auto estacionado, en el momento más curioso de esa noche: me tomó de la mano, la cual estaba por cierto más fría que témpano de hielo y con un beso en la mejilla se despidió con la frase: llámame para ver que hacemos mañana. Y bueno, el clic que todos conocemos se dio en algún rincón de mi cuerpo y con ello el miedo de estar nuevamente empezando a gustar de alguien y desear tener algo con él.
Hasta allí parecería ser de novela, pero como todo en la vida, existía un “pero”. El flaquito viajaba en pocos días al viejo continente para seguir estudios profesionales. Y la cereza de la torta era que él NO VIVIA EN LIMA sino a más de 3 horas de vuelo en centromaerica. Plafff,, cosas curiosas de la vida. Cuando piensas conocer al ser “ideal” algo parece opacar tu dicha. No piensen que soy como un chiquillo bobo tras el “amor ideal”, pero realmente imaginen el cuadro: ¿Complicado no?. Los días siguientes los pasamos juntos visitando un museo (algo extraño para mí hasta ese día), tomando algún trago por allí y el último día de su estancia en Lima visitando su casa para luego salir a tomar un café de despedida. Nuevamente en la puerta de su casa, el último adiós de esa época, un adiós con impotencia por el hecho de que el tiempo no nos había sido cómplice en ese momento. No se me ocurrió otra cosa que bobamente escribirle una carta, de esas típicas de novio desconsolado (daaah) pero así fue. No pude despedirlo en el aeropuerto; mi trabajo me hizo tener que viajar fuera de Lima para piña justo ese día. Lo pude llamar por teléfono muy temprano en la mañana para despedirlo. Fue una despedida igual de impotente, pero con la decisión mutua de volvernos a ver, en el futuro en algún lugar del planeta.
El resto de la historia, la cual vivo hasta el día de hoy, se las cuento luego en otro post. Pero les adelanto: Nuestras millas de vuelo se han incrementado notablemente en los últimos tiempos... (Continuará)

AYY M.A


Ayy M. A. no puedo entender aún como un hétero agradable como tú puede hacerse tanto rollo para conquistar a una victima,, digo chica. No puedo comprender como los chicos hétero en general teniendo toda una sociedad a su disposición que ensalza continuamente sus conductas, pueden andar a cada momento preocupados por la forma, circunstancias, estilos o modos para hacerle el "habla" a una chica. Teniendo todos los beneplácitos, visas y autorizaciones habidas y por haber pero sin embargo, muchas veces demuestran temores absurdos o tal vez inseguridades insulsas que les impiden iniciar una relación con otra persona opuesta a su sexo.
Si nos preguntaran a los gays como es que podemos "mantener" una relación estable con otro de nuestro mismo sexo, claramente podríamos decir que es un reto, algo muy complicado y difícil, pero no imposible. Tenemos que luchar contra la no aceptación social, contra prejuicios estúpidos, contra exclusiones y marginaciones hasta el punto de lograr desarrollar una relación de pareja por encima de una serie de problemas. Pero, pese a ello, aquellos que tuvieron el valor de arriesgarse y no decaer, han podido darse cuenta que una relación "no hétero" es viable y posible, pudiendo ser plenamente felices incluso en sociedades cucufas como la peruana. Por eso, me resulta increíble como algunos héteros crean voluntaria o involuntariamente un serie de complicaciones, taras, complejos y limitaciones al desarrollo de las relaciones con otra persona del sexo opuesto, cuando la sociedad, por mas frívola, poligámica o disfuncional que sea esa relación, la va a aplaudir y pontificar. Vamos,,, valor M. A. y arriésgate de una vez por todas a conquistar al amor de tu vida, deja de lado tanto rollo,, LA SOCIEDAD ESTA DE TU LADO.

miércoles, 8 de noviembre de 2006

EL PELON MENTIROSON


3 años de huevas. Tuvieron que pasar 36 meses para saber que el papel en el show que me tocó hacer era el del "extra". Claro, era demasiada candidez (por no decir estupidez) de mi parte el tragarme el cuento de que justo, justito, todos los fines de semana él siempre tenía algo que hacer que le impedía salir conmigo. Y es que como de lunes a viernes nos veíamos en la chamba, la excusa perfecta era: hey, tengo que dedicar tiempo a mis cosas personales. Bueno, lo curioso era que le dedicaba tiempo a asuntos muyyyyy personales como el mantener su relación amorosa. Y yo, como quinceañero recién bajado de la escalera, me la creí.
La cosa es que al pelón le gustaba jugar en equipo, y no precisamente en algún deporte oficial, sino en lo referente a las relaciones diske de "pareja". Inicialmente era un dúo, luego un trío, luego me enteré que había un cuarto personaje, woow cuarteto, hasta que finalmente descubrí que el asunto ya parecía un hexágono. Lo que hay que reconocerle al pelón es que su habilidad para el drama es digna de ser premiada con un Oscar de la Academia y para tener el "don" de mantener un ramillete de relaciones al mismo tiempo sin que uno de los integrantes del "equipo" sepa que existe otro "jugador" en la cancha. Pero, como Lima es la ciudad de las loquitas resentidas, no faltó una que al parecer, integrante de un numeroso equipo anterior donde el pelón era también el puntero izquierdo, llena de rabia contenida, se dio el trabajo de ubicar telefónicamente a todos los "actuales" jugadores para contarles - según ella - por sentido dolor que había descubierto la real "estrategia de juego" del pelón. Y bueno, el telefonito también sonó para mí. No puedo negar que lo acontecido hizo que varios objetos cercanos a mis manos recorrieran los cielos, pero, ya con el correr amplio del tiempo, vuelvo a recordar esa época, me cago de risa y no puedo decir mas nada que no sea : LA HICISTE LINDA PELON!!!...

¿porqué me tatué?


Regresaba un dia, a fines de mayo de este año de putear a la maldita vieja esa de la Vice Cónsul de le Emabjada de Alemania, la cual me había denegado mi visa a su pais. La razòn?, quien michi sabe!!!, creo que no le gustó que le dijese que su bendito mundial me importaba un ràbano y que solo queria viajar a visitar a mi hasta ese entonces "amigo intimo" ja. La cosa fue que mientras manejaba por miraflores cerca al Café Z vi un cartel de un Taller de Tatuajes y bueno, me dije: a la michi, ¿porqué no?. Y asi tomé la decisión. El resultado una expresión china cuyo significado recién lo obtuve meses despues en una estadía en Washington DC en un china food restaurant donde una china desabrida con cara de "virgen desconzolada" me dijo en su masticado inglès: significa "afortunado" . Bueno, al menos el dolor del tatuaje pemitió que quedara algo bueno.. Aunque todos dicen que fui un loco para hacerlo, fuck, que se jodan. A mi me gusta y punto..

prueba



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